Hace mucho, mucho tiempo
existió un hombre de barro,
su creadora era una hermosa doncella.
Durante días y noches ella pulió sus perfiles
y él podía sentir como tocaba cada una de sus partes.
El hombre inmóvil se enamoró de sus manos
pero ellas lo dejaron y se fueron a tocar a otro.
Sumido en una profunda tristeza,
el hombre fue llevado lejos de su primer amor.
Eventualmente su rostro fue cambiando
y su expresión no podía ocultar lo profundo de su dolor.
Un día la doncella pasó frente a sus ojos,
sin poder decirle algo, sólo contempló sus manos,
recordando tantos días felices a su lado.
Así comprendió que su tristeza nada cambiaría
y la felicidad de sus recuerdos, cambiaron su expresión.
Aunque su cuerpo era de barro, su alma siempre la amaría,
porque ella lo llamó cupido, el ángel del amor,
y cada vez que alguien lo visita
una nueva historia de amor cruel comienza...
☀ Selene de la Noche ☾
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