Había una vez un príncipe heredero,
para poder ser el rey debía casarse
pero a quién amaba, no era princesa.
Así que ordenó un baile de doncellas,
las más hermosas de la realeza.
Eligió a la más bella y regia,
su corazón trató de amarla
pero siempre palpitaba por la joven aldeana,
a veces la veía de lejos y la pensaba.
Hasta que un día la aldeana se casó,
tuvo hijos y fue feliz.
El ya rey no soportaba verlos,
ni sus hijos ni los de ella,
ellos crecieron y se enamoraron entre ellos,
e inició nueva historia entre príncipe y aldeana.
A veces el amor es tan fuerte
que se hereda por generaciones
y en silencio duele si no se lucha.
☀ Selene de la Noche ☾
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