Llega el jueves y ya es de atardecer, hoy me ha sorprendido su brillo inusual, entre colores rojo, naranja y ocre. En una ciudad fría no creía que se pudiera observar. Recuerdo el día que le escribí a él, en una azotea con estudiantes deseosos de aprender y otros de vagabundear, ese día había un atardecer parecido, de esos que no se pueden dejar de admirar.
Te admiro, te amo y a veces hasta te odio. Como esa vez que fuiste de los mejores en el Ecaes, si, ese examen que supuestamente mide tus capacidades profesionales, como cuando eres un pez y te quieren hacer trepar en árboles, así, bueno, tú eras un mono inteligente, yo siempre he sido un pez que le gusta nadar. Como esa vez que te quedaste a mi lado y te amé en silencio, tenía tantos sentimientos encontrados de no querer perderte, de mirarte para siempre, de estar entre tus brazos. Como esa vez, o de muchas veces que peleamos, que no me veía sin ti, que hubiera atravesado el mar, hubiera hecho lo que fuera por ti, pero tú no, tu siempre racional, te odiaba tanto en mis lágrimas, a veces no podía respirar.
Cientos de poemas, con todos mis sentimientos te escribí, te quería en las noches, te odiaba en los días, te extrañaba en los atardeceres. ¿Qué me dices tú, amado mío? ¿Qué sentimientos has tenido por mí?
☀ Selene de la Noche ☾
